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.En elgrupo de poblados de Sinaketa, donde residen varios jefes de importancia, algunos de loshijos favoritos están en buenas relaciones de amistad con los herederos legítimos y otrosen abierta hostilidad con ellos.En Kavataria, el poblado contiguo a la Misión y a la estación del gobierno, el último hijodel jefe, un tal Dayboya, ha echado a los verdaderos amos del lugar, apoyado en estopor la influencia europea que naturalmente favorece los derechos patrilineales.Pero elconflicto hoy día más agudo y considerablemente agravado por el principio patriarcal,que inevitablemente cuenta con el apoyo del blanco, es tan viejo como la tradiciónmitológica.Este conflicto halla su expresión en las historietas que se cuentan paradiversión de todos, las kukwanebu, donde el latula guya'u, el hijo del jefe, es unpersonaje típico, arrogante, mimado, presuntuoso, a menudo el blanco de bromaspesadas.En los mitos serios, algunas veces es el villano, otras el héroe luchador, pero laoposición de los dos principios está siempre claramente definida, aunque lo que mejordemuestra la antigüedad y profundidad del conflicto cultural es el hecho de que estáarraigado en cierto número de instituciones de las que ahora nos ocuparemos.La opo-sición entre el derecho materno y el amor paterno también la hallamos entre las gentessencillas y se expresa en la tendencia del padre a hacer todo lo que puede por su hijo aexpensas del sobrino, y también porque, a la muerte del padre, el hijo tiene que devolvera los legítimos herederos prácticamente todos los beneficios y posesiones recibidos envida de éste, todo lo cual conduce, naturalmente, a gran descontento, fricción y métodosindirectos para llegar a un arreglo satisfactorio.Nos encontramos, por lo tanto, otra vez frente a la discrepancia que existe entre el idealde la ley y su realización, entre la versión ortodoxa de la vida y su práctica.Ya noshemos encontrado con algo semejante al tratar de la exogamia, del sistema decontrarrestar la magia y en la relación entre brujería y ley, así como en la elasticidad detodas las reglas del derecho civil.Sin embargo, aquí vemos que los verdaderosfundamentos de la constitución de la tribu son desafiados, es más, sistemáticamenteburlados por una tendencia completamente incompatible con ellos.Sabemos que elderecho matriarcal es el principio más importante y el más abarcante del sistema, labase de todas sus costumbres e instituciones.Este principio establece que el parentescosólo se transmite a través de las mujeres y que todos los privilegios sociales siguen lalínea materna, excluyendo por lo tanto la validez legal de un lazo directo corporal entre elpadre y el hijo, y de cualquier filiación en virtud de este lazo.18 A pesar de todo esto, elpadre invariablemente ama a su hijo y este sentimiento encuentra un reconocimiento18Los nativos ignoran el hecho de la paternidad fisiológica y, como ya he mostrado en la obracitada, "The Father in Primitíve Psychology", 1926, tienen una teoría sobrenatural de las causas delnacimiento.No hay continuidad física entre el hombre y los hijos de su mujer.Y, sin embargo, elpadre ama a su hijo ya desde el nacimiento  por lo menos tanto como lo ama el padre europeonormal.Puesto que esto no puede ser debido a ningún concepto de que sus hijos son su propiaprole, tiene que ser debido al resultado de alguna tendencia innata en la especie humana, porparte del hombre, de sentir afecto hacia los hijos nacidos de una mujer con quien está casado, vivepermanentemente y ha vigilado durante el embarazo.Ésta me parece a mí la única explicaciónplausible de la "voz de la sangre" que se deja sentir, tanto en las sociedades ignorantes delconcepto de la paternidad, como en las que son decididamente patriarcales, que hace que un padreame tanto a su hijo fisiológicamente propio como al nacido de relaciones adúlteras, siempre que nosepa esto último.Esta tendencia es de la mayor utilidad para la especie humana.62 Bronislaw MalinowskiCrimen y costumbre en la sociedad salvaje limitado dentro de la ley; el marido tiene el derecho y el deber de actuar como guardiánde los hijos de su esposa hasta que lleguen a la pubertad.Ésta es naturalmente la únicalínea de conducta que puede seguir el derecho en una cultura con matrimonio patrilocal.Es natural que puesto que los hijos pequeños no pueden ser separados de la madre, quepuesto que ésta tiene que estar con su marido y a menudo lejos de su propia familia ypoblado, que puesto que la madre y sus hijos necesitan un guardián y protectormasculino juntos a ellos, el marido tenga que desempeñar este papel y esto encumplimiento estricto y ortodoxo de la ley.No obstante, vemos que la misma ley ordenaal muchacho que deje la casa de su padre cuando llegue a la pubertad, que se traslade ala comunidad de su madre y que se coloque bajo la tutela de su tío materno, aunque noa la muchacha, que permanece con sus padres hasta que se casa.En conjunto todo estoes contrario a los deseos del padre, del hijo y del tío materno, es decir, los tres inte-resados, con el resultado de que ya se han establecido ciertos usos que tienden aprolongar la autoridad paterna y a establecer un vínculo adicional entre el padre y el hijo.La ley estricta establece que el hijo es ciudadano del poblado materno, que en el de supadre no es más que un extraño (tomakava), pero el uso le permite permanecer en él ydisfrutar de la mayor parte de los privilegios de ciudadanía.Durante las ceremoniasrituales, como por ejemplo la celebración de un funeral o de un duelo, en una fiesta y porregla general en una pelea, tiene que estar al lado de su tío materno, aunque en la diariaejecución de las nueve décimas partes de las actividades e intereses de la vida estáligado a su padre.La costumbre de conservar al hijo después de la pubertad, y a menudo después de sumatrimonio, es también un acto establecido y existen arreglos definidos para hacerlefrente; se lleva a cabo de acuerdo con reglas estrictas y procedimientos concretos, quehacen de esta costumbre todo menos algo clandestino e irregular.En primer lugar, seinvoca el pretexto bien acreditado de que el hijo permanece en el poblado de su padrepara poderle llenar su almacén de ñame, cosa que hace en nombre del hermano de sumadre y como sucesor suyo.Si se trata de un jefe, hay también ciertos cargos que seconsidera que su propio hijo es el más indicado para desempeñarlos.Cuando éste secasa, construye una casa en el solar de su padre, cerca de la vivienda de éste.El hijo naturalmente tiene que vivir y comer, por lo tanto tiene que desbrozar terrenopara hacerse unos huertos y llevar a cabo otras actividades.El padre le da unas pocasparcelas de terreno (baleko) de su propia tierra, un puesto en su canoa y le concede elderecho de pescar  cazar tiene poca importancia para los nativos de las Trobriand  ; leequipa con útiles, redes y otros avíos de pesca.Por regla general, el padre incluso vamás lejos.Concede a su hijo ciertos privilegios y le hace regalos que debiera guardarhasta llegado el momento de entregarlos a sus herederos.Es cierto que concederá talesprivilegios y presentes a sus herederos mientras él todavía vive cuando éstos lo solicitenpor medio de un pago llamado pokala [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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